HOLA!


Soy Patricia, mamá de dos hijos, Matías y Georgina.  Cuando ellos nacieron toqué el cielo con las manos y entonces me propuse que cuando pudieran transitar por la vida sin mi inminente  ayuda, recorrería la Tierra sobre dos ruedas. He vivido algo; ¿bastante?, ¿lo suficiente?, no lo sé…  Cumplí al pie de la letra con lo que la tradición dictaba y la sociedad esperaba de mí: estudié, me casé, tuve hijos, trabajé, adquirí una casa, un auto y logré un “buen pasar”. No obstante, en mi interior siempre sentía que había “algo más”.
Me secuestraron y viví en carne propia lo que es literalmente la falta de libertad. Dejé todo en mi ciudad natal y me trasladé a Patagonia. Seguí estudiando; tal vez los libros me mostraran el camino a la verdad. Subí montañas cada vez más altas; quizás en sus cimas encontrara la respuesta a mi ansiedad. Y entonces llegó el gran día. Trabajé duro, muy duro, para poder conseguir este tiempo sin tiempo donde a lo mejor pueda descubrir el porqué, para qué y cómo.
Me encuentro viviendo adentro de un viaje y día a día descubro que ni el condicionamiento social, ni los libros, ni las cimas, ni el viajar solamente saciarán todas mis dudas. Pero, sí comprendo cada vez más que todo ello es una parte casi imprescindible para ir deshilachando  esta maravillosa trama que es la vida misma.  Ahí donde se alojan los miedos, la culpa, las emociones, incertidumbres y sinsabores; hacia allí me dirijo, al interior, donde sé que podré encontrar por qué somos tan parecidos. El yoga me acompaña.  Este es mi camino, acá y ahora.