PENSAMIENTOS EN RUTA

¿Forma precaria de vivir?


Para mucha gente nosotros vivimos de una forma precaria. Para mí la precariedad está en vivir casi de la misma manera cada uno de los días. 
Hoy el sol pegó en la carpa temprano y nos despierta su calor. Estamos junto a un árbol en un parque de un pueblo al noroeste de Turquía. Ayer el agua de una lluvia torrencial se filtró por debajo de la carpa y amanecimos empapados. Estamos en el patio de un negocio abandonado entre dos fronteras. Un día de la semana pasada la temperatura descendió a varios grados bajo cero. Por suerte conseguimos una construcción sin terminar y nos despertaron voces hablando en una lengua totalmente ajena. También hay noches de cálida  cama en casa de amigos.
El desayuno puede ser mate, ҫay marroquí, café turco, té de hierbas, yogur, ayrán o simplemente un té de limón; pan con miel, cereales, queso, tomate, aceitunas, pan mojado en aceite, el arroz que sobró de ayer o un kebap.
La vista desde la “ventana” es siempre diferente; a veces con un ruido infernal, estamos junto a la ruta. Otras, el canto de los pájaros anuncia la llegada del nuevo día, el bosque nos espera al alba.  Al lado de un río, en una plaza, en un terreno, sobre la playa, frente a un lago, de espaldas  a un glaciar, adentro de un establo…
Me gusta ser nómade; me gusta no saber adónde voy. Disfruto descubriendo mis debilidades, mis límites y mis fortalezas día a día.  Me siento viva, soy feliz!